El nitrosulfato amónico (NSA) aporta nitrógeno y azufre, y se caracteriza por ser un producto de gran solubilidad y dureza. Su alto contenido en azufre (15 %) lo hace muy indicado para suelos con bajo contenido en este elemento (calizos, bajos en materia orgánica, escasa mineralización y textura arenosa) y para cultivos exigentes en azufre como colza, leguminosas, hortícolas (ajo, col, cebolla,...).
Dentro de la planta el azufre interviene en el transporte de otros elementos nutritivos, en la formación de lípidos, de clorofila, del protoplasma celular y de las enzimas necesarias para los procesos vitales. Así mismo, mejora la calidad de los productos agrícolas. El NSA, al disponer de nitrógeno de absorción inmediata (25 % nítrico) y de nitrógeno de absorción más lenta (75 % amoniacal) proporciona un arranque rápido del cultivo, que dispone también de nitrógeno a lo largo del ciclo. Como consecuencia de la nitrificación el ión amonio pasa inicialmente a nitrito y después a nitrato por la acción de las bacterias nitrificantes, de forma más o menos rápida, en función de la fauna del suelo, aireación, humedad, temperatura y pH. Suelos con poca materia orgánica, húmedos o muy secos, poco mullidos o con temperaturas frías son poco favorables a la nitrificación.
- Composición:
Nitrosulfato amónico: Mezclas que contienen nitrato amónico y sulfato amónico, con alguno de los productos siguientes: inertes de relleno (tales como caliza) y materiales de recubrimiento. El contenido en nitrógeno nítrico es de aprox. 6.5% y el de Azufre total, en torno al 15%.